martes, 1 de febrero de 2011

Reloj Público o Torre Morisca
Para hablar de nuestro reloj público o municipal es necesario remontarnos al tiempo en el que los guayaquileños sabían de la hora en que vivían gracias a las campanadas dadas por las iglesias de la ciudad. Historiadores y cronistas como Pedro José Huerta y Modesto Chávez Franco nos cuentan que la primera máquina de reloj que tuvo Guayaquil se hallaba en una pequeña torre adjunta a la Casa de las Temporalidades y que esta pertenecía a la Compañía de Jesús, orden que había sido la responsable de traerla a mediados del siglo XVIII. Muchas conjeturas se han hecho sobre el origen de esa vieja máquina, pero todas apuntan a que fue traída por los jesuitas y trasladada a la Casa del Cabildo luego de la expulsión de estos, y que finalizó su construcción en 1816.
Desde su traslado este anti­guo reloj no paró de dar problemas, bien sea porque fue rearmado defec­tuosamente o porque algún accidente en dicho traslado lo dañó, lo que produjo su pésimo funcionamiento. Hay que tener en cuenta que la escasez de fondos que aque­jaba permanentemente al Cabildo no ayudaba para darle un adecuado mantenimiento, razón por la cual la situación se agravaba aún más. En 1835 se contrató al relojero Samuel Guillpin para que reconstruyera el reloj y lo hiciera funcionar tal y como en sus mejores tiempos.  Lastimosamente, Guillpin era un vivo de siete suelas que lo único que intentaba era estafar al Cabildo.
Largo tiempo tuvo que pasar para que llegara el reloj a la ciudad. El 9 de septiembre de 1842, elcorregidor de aquel entonces, José María Maldonado, contó la buena nueva al Cabildo y le participó la llegada de la flamante mañana, así como las gestiones que se ini­ciaron para que un mes después, es decir el 9 de octubre, Vicente Rocafuerte pudiera inaugurarlo en la torrecilla de la Casa del Cabildo, reemplazando al viejo reloj de los jesuitas. 
Podría parecer que la historia del reloj termina aquí, ya que la misma máquina que Rocafuerte inauguró el 9 de octubre de 1842 es la que todavía nos acompaña en la Torre Morisca del malecón, hoy después de 165 años, pero no es así, ya que los domicilios por los que ha tenido que pasar desde aquellos lejanos días en los que daba sus campanadas en la torrecilla son algunos.

En 1905 fue trasladado con todo y torre hacia la cubierta del Mercado de la Orilla (frente a lCasa del Cabildo). Pocos años duró nuestro reloj en la torre mencionada, ya que en 1927 fue removido por fallas en su estructura, En 1930 se iniciaron las gestiones para construir una nueva torre para el reloj municipal, las que estuvieron enmarcadas dentro del proceso de embellecimiento del malecón y la creación del paseo de las colonias.
Es así como el 24 de mayo de 1831 se inauguró la nueva torre, de características moriscas y estructura de hierro forjado y hormigón, levantada por el ingeniero Francisco Ramón y el arquitecto J. Pérez Nin y Landín.
Sobre la Torre Morisca, nuestro querido y antiguo reloj ha visto tantos momentos de gloria como de tristeza manteniéndose hasta la actualidad como testigo de nuestro pasado, dando la hora de nuestro presente y, Dios mediante, la de nuestro futuro también. 

Nota
La razón por la que se adoptó el diseño morisco en su construcción fue por la participación que tuvo la colonia española radicada en la ciudad, tanto en el desarrollo del proyecto como en su posterior culminación. Sus ornamentos, las ventanas y el arco de la puerta tienen formas de la arquitectura morisca.

Mi opinión
Puse casi toda la información del Reloj Publico, porque al momento que lo leí, me pareció una de las historias mas interesantes de los patrimonios de Guayaquil.
Cada fecha, cada sitio en que fue trasladada varias veces y por el gran incendio que hubo en esa época, tiene un valor muy significativo para nuestra historia ecuatoriana.




Beatriz Herrera

1 comentario:

  1. LINDO ME ENCANTA📖📗📘📗📘📗📘📗📘📗📘📓📚📚📚📚📓📓📓📙📙📖

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